29 Jul, 2025

“Podemos aprender de la estrategia del escarabajo”: impulsar la biotecnología como motor de una economía del conocimiento

“Podemos aprender de la estrategia del escarabajo: avanzar con determinación y velocidad, pero sin perder el foco: que Chile vuelva a crecer, haciéndonos cargo de la disrupción tecnológica que, manejada correctamente, puede ser uno de los movilizadores más importantes para el crecimiento económico y social de nuestro país”. Con estas palabras, Rosario Navarro, presidenta de SOFOFA, cerró su intervención en el lanzamiento del informe de recomendaciones de la Comisión Ministerial de Biotecnología, una instancia convocada por el Ministerio de Ciencia que reunió durante 100 días a más de 80 actores del ecosistema nacional de innovación.

La metáfora —tomada del escarabajo tigre, un insecto que corre tan rápido que debe detenerse a intervalos para procesar su entorno— nos invita a pensar en una manera inteligente de avanzar: con rapidez, pero también sin perder el foco, crecer al 4%. Porque moverse por moverse no basta. Se trata de detenerse para observar, ajustar la dirección y seguir. Así se construye una economía del conocimiento: con visión de largo plazo, pero también con pasos concretos y coordinados.

Desde el auditorio de SOFOFA, la presidenta del gremio entregó un mensaje claro y movilizador: Chile tiene una oportunidad histórica de liderar en biotecnología, si logra articular con visión su ciencia, su industria y su capital humano.

¿Pero qué es exactamente la biotecnología? En términos simples, es el uso de sistemas vivos o sus derivados para desarrollar productos y procesos útiles en áreas tan diversas como la salud, la agricultura, la energía o el medio ambiente. Vacunas, semillas resistentes a la sequía, bioplásticos o tratamientos avanzados de aguas residuales son solo algunos de sus múltiples usos. Su naturaleza interdisciplinaria —que combina biología, química, ingeniería, medicina y más— la posiciona como una herramienta estratégica para países que buscan crecimiento sostenible.

 

Una tecnología para transformarlo todo

La biotecnología es una tecnología transversal, habilitante y transformadora. Se trata de una herramienta estratégica para abordar desafíos urgentes como el cambio climático, la salud pública, la seguridad alimentaria, la eficiencia productiva y el bienestar de las personas.

Y las cifras lo respaldan: en Chile hoy existen cerca de 200 empresas biotecnológicas activas, que han crecido a una tasa del 40% en los últimos cinco años, generando más de 8.000 empleos especializados. De ellas, el 85% se dedica exclusivamente a la biotecnología con capacidades propias de la inversión en investigación y desarrollo (I+D), uno de los motores clave de la competitividad futura.

“Estas empresas son fundamentales para avanzar hacia una nueva estructura productiva, debido a que son un vehículo clave para transformar el conocimiento generado en universidades, centros y startups en innovación aplicada, acelerando su transferencia a la industria. También porque lideran la inversión en I+D, consolidándose como actores fundamentales en el desarrollo de una economía más competitiva, basada en el conocimiento”, agregó Navarro. 

“En este sentido, desde SOFOFA, a través de nuestro Hub, impulsamos una agenda que busca conectar ciencia, industria y territorio para transformar y diversificar nuestra matriz productiva. Un buen ejemplo de este compromiso es el rol clave de articulación que juega nuestro Centro de Biotecnología Traslacional que tiene como misión crear condiciones favorables para la transferencia y adopción de ésta por parte de la industria, potenciando la innovación y aportando a generar un impacto positivo medioambiental, social y económico a nivel nacional e internacional”, enfatizó Navarro.

Antes de cerrar su intervención, la presidenta de SOFOFA subrayó la necesidad de crear las condiciones habilitantes para que esta tecnología se despliegue con mayor fuerza en el país, abordando tanto los desafíos regulatorios como las brechas de talento.

“La educación es clave porque no hay crecimiento sin talento, también se deben fortalecer los marcos institucionales, es fundamental ampliar el alcance la Ley I+D para reducir barreras e incluir beneficios más directos. Creemos firmemente que este avance requiere una estrategia país que articule a los sectores público, privado y académico”, destacó.