En los últimos años, un trámite que nació para aclarar dudas puntuales sobre el ingreso al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA) se ha transformado en un paso casi obligatorio para muchas empresas. Se trata de las consultas de pertinencia, una herramienta voluntaria que permite al titular de un proyecto saber si su iniciativa o modificación debe o no someterse al sistema.
Según los últimos datos de Prisma SOFOFA, entre 2016 y 2024 se han presentado más de 21 mil consultas ante el Servicio de Evaluación Ambiental (SEA), una cifra histórica que revela un crecimiento sostenido. En el mismo período, el ingreso de proyectos al SEIA cayó un 34%, mientras las consultas aumentaron un 32%. Este cambio muestra que la consulta de pertinencia ha pasado de ser un instrumento excepcional a convertirse en parte rutinaria del proceso de tramitación ambiental.
El análisis también indica que casi tres de cada cuatro consultas (74,9%) terminan con la conclusión de “no ingreso”, lo que significa que la mayoría de los proyectos consultados no requiere evaluación ambiental formal. Esta proporción tan alta sugiere que el mecanismo se está utilizando muchas veces como una vía preventiva o de resguardo, más que como una herramienta técnica para resolver verdaderas dudas.
En cuanto a los tiempos, la mayoría de las consultas se resuelve en menos de 120 días, y cerca de la mitad (47%) en menos de 60 días. Aunque estos plazos puedan parecer razonables, el problema no está solo en la duración, sino en el volumen y la utilidad del trámite: muchas consultas terminan generando demoras y costos administrativos que poco aportan al proceso de evaluación.
Para SOFOFA, este escenario es una señal de alerta, pero también una oportunidad. El aumento de consultas refleja zonas de incertidumbre regulatoria que es necesario abordar. Algunos servicios públicos exigen presentar una consulta de pertinencia como requisito previo; la nueva Ley de Delitos Económicos y Ambientales ha llevado a las empresas a buscar respaldo administrativo; y persisten dudas sobre qué modificaciones realmente deben reingresar al SEIA. Todo esto termina sobrecargando al sistema y restando eficiencia a su propósito original.
Por eso, creemos que reformar la consulta de pertinencia es clave. No se trata de eliminarla, sino de recuperar su sentido original: entregar claridad solo cuando existe una duda fundada. Para lograrlo, proponemos cuatro acciones concretas:
- Precisar legalmente en qué casos corresponde presentar una consulta y en cuáles no.
- Evitar que otros servicios públicos la exijan como requisito automático.
- Establecer plazos más breves y proporcionales a la complejidad de cada caso.
- Diferenciar y priorizar consultas según su impacto o relevancia ambiental.
Nuestro objetivo es avanzar hacia un sistema ambiental más ágil, predecible y enfocado en lo sustantivo, capaz de proteger el medioambiente y, al mismo tiempo, dar certeza a las inversiones sostenibles que Chile necesita para crecer.
Prisma SOFOFA seguirá monitoreando estos indicadores para aportar evidencia que permita mejorar la regulación y fortalecer la institucionalidad ambiental del país.